son tan verdes las hojas que quedan
colgadas en el madroño del jardín
son tan hermosas
a su lado se suspenden delicados
para que el aire del sur juegue con ellos
a las maracas
los pendientes afrutados de sus fresas
se balancean y se entrechocan
son poquitas las que aun quedan
amarradas al leño de las ramas
ancladas al tronco del otoño
siendo tan joven
si tu pudieras verlo
la respuesta es tan cruel
que me impide sonreir por las mañanas
yo no se donde estás
yo se que estoy contigo