martes, 13 de marzo de 2012

Sin fin

Circulando por los rincones de la casa las mejillas se pegan a las paredes con las lágrimas, me pregunto lo que vale mi vida sin tu aliento.



Y todo duele. Las arrugas inundadas de los ojos, las rodillas dobladas por el peso de la falta incrustada en los huesos, la aguja de tu ausencia sin sentido ni remedio, el profundo silencio con su martillo de plomo. La falta de movimiento alrededor de este quejido demuestra lo lejanos que nos quedan los muertos.



Imploro el soporte de los brazos que cerramos juntos. Cuando pusimos en juego toda nuestra sangre, nuestros músculos entonces se tensaron y se relajaron, de su ritmo se creó todo lo que luego disfrutamos juntos. Los sueños, los hijos y toda el alma repleta de vida como un proyecto.



Ahora que a mi pulso le falta tu latido, se que pronto también yo callaré con tu silencio sin fin.

domingo, 4 de marzo de 2012

Nada volverá

nada volverá
porque no hay rayo de luz
que pueda alcanzarte

me queda un sonido

el impacto del recuerdo
como una piedra en cada instante