Silencio

nada volverá
porque no hay rayo de luz
que pueda alcanzarte

Ni gancho que me clave
en un instante que no pase

No, no hay camino que me lleve
por donde pisan tus pasos

Ni tormenta que supere
la tensión de aquel abrazo

No hay fuerza, ni energía, ni movimiento
ni peso, ni ruido, ni piel,
sólo tu silencio
como si me hubiese muerto.

Presión

Amaneció, la mañana trajo un paseo por la bahía y la noche me llevó de nuevo a casa. En medio de lo que parece un día normal, el interior del cráneo resiste la presión de 54 cuarentenas. Garnier Malet se esconde detrás de 2.160 días de vivencia desdoblada, la felicidad agazapada detrás de las higueras asoma su cabeza cuando quiere, aparece entrecortada por el grito agudo del azar que siempre canta en femenino. La sangre que corre por mis venas como un vino frío viene a refrescar el recuerdo de un aliento que todavía me falta.